Jueves 18
¿Cuándo debe iniciarse el proceso lector en edades tempranas? ¿Qué prerrequisitos se consideran fundamentales para iniciar los procesos de lectura y escritura de forma eficaz?
¿Se pueden prevenir las dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura? ¿Cómo evaluar los factores que están incidiendo en los retrasos o déficits en cada caso concreto? ¿Cómo detectar Dificultades Especificas de Aprendizaje o Trastornos Específicos del Lenguaje?
Estas preguntas continúan cuando ya se sabe leer y escribir, al igual que su proceso de aprendizaje:
¿Cómo podemos fomentar que se lea más y mejor?¿Cómo podemos saber si esos aprendizajes están teniendo lugar? y sobre todo, ¿cómo podemos facilitar para que se lea comprendiendo mejor lo que se lee?
Detrás de cada aprendizaje y especialmente el de la lectoescritura subyacen procesos y habilidades necesarias para un desarrollo cognitivo y emocional saludables. Es fundamental proporcionar las herramientas adecuadas para progresar en éste y en otros aprendizajes.
El proceso lector se ha de iniciar una vez que los niños hayan adquirido una serie de prerrequisitos lectores tanto físicos como emocionales, cuya adquisición depende de cada niño/a. El aprendizaje de los nuevos contenidos, está condicionado por los conocimientos previos que posean los niños, ajustando las nuevas experiencias a lo que ya saben o lo que están preparados a asimilar, es decir, tener en cuenta su nivel de desarrollo cognitivo. Los intereses y la motivación de los niños/as hacen posible su participación en el aprendizaje y por tanto que tenga sentido su actividad.